El blanqueamiento dental es un tratamiento que cada vez es más demandado por todo tipo de pacientes y de los más variados espectros de edad. Gracias a los avances tecnológicos empleados en el campo de las terapias dentales, la sonrisa perfecta está al alcance de muchos.
Es recomendable realizarse este tratamiento, tanto por razones estéticas como de salud del arco dentario, pues la pérdida de blancura de los dientes es consecuencia de la previa y paralela pérdida de esmalte, lo cual aumenta considerablemente el riego de contraer caries y otras enfermedades dentales y periodontales.
Causas del oscurecimiento dental
Hay que tener muy en cuenta que el consumo de ciertas bebidas y determinados alimentos pueden oscurecer y tintar el esmalte de los dientes. Entre las causas más comunes del oscurecimiento de las piezas dentarias, estarían las siguientes:
- El té y el café contienen ácidos taninos, tinte vegetal que se adhiere con gran facilidad a las piezas dentarias y las tiñe de una coloración o tono oscuro.
- La nicotina y el alquitrán del tabaco, que amarillean los dientes en su capa más exterior (la del esmalte) si se consume este de forma habitual y reiterada.
- La ingesta de determinados fármacos que contienen sustancias que manchan los dientes: es el caso de la doxiciclina o tetraciclina, y también de la clorhexidina, componente esencial de los colutorios o enjuagues empleados para tratar la gingivitis, y que no deben emplearse por un periodo superior a las dos semanas, precisamente por el hecho de que tiñen los dientes.
- Predisposición genética (como sucede con diversas dolencias dentales y periodontales). Determinados genes y hormonas pueden contribuir a un más fácil deterioro del esmalte y la blancura dentales.
- La edad de la persona. Téngase en cuenta que, cuantos más años tenemos, más PH contiene la saliva (sistema inmune natural de la cavidad bucal), lo que contribuye a dañar el esmalte dental y amarillear los dientes. Pero también sucede que, a pesar de que la saliva de los niños es más alcalina, otro factor que contribuye a dañar el esmalte y blancura dentales es la menor madurez del arco dentario y por lo tanto, su menor grado de fluorización a tempranas edades. El flúor es la barrera química de protección por antonomasia de los dientes, razón por la cual está tan presente en colutorios para la limpieza bucodental.
Blanqueamiento dental: qué tipos existen
Existen dos tipos fundamentales de blanqueamiento dental:
- Blanqueamiento vital. Es el tratamiento más habitual, pues se emplea para toda la dentadura, y no sólo para algunas piezas seleccionadas.
- Blanqueamiento no vital. Este es el tratamiento específico que se emplea para los pacientes que han pasado por terapias de endodoncia, pues tan sólo se aplica a aquellas piezas que han amarilleado como consecuencia de ello.
Antes de realizarnos un tratamiento de estas características, es preciso tener en cuenta que el mero blanquear la dentadura no implica necesariamente mayor salud bucodental, por un lado, y por el otro, que no todas las personas pueden y deben someterse a este tipo de procedimientos (aparte de la ya consabida exclusión de menores de edad, embarazadas, y personas que estén realizando tratamientos con tetraciclina). Así, los geles blanqueadores que contienen un porcentaje superior al 6% de peróxido de hidrógeno, no deben administrarse al paciente si no es con un previo examen clínico, y además su primera aplicación habrá de ser llevada a cabo por un cirujano o bien por un odontólogo.
El blanqueamiento dental es, pues, una opción que debe quedar en manos de profesionales de alta cualificación, quienes conocen las contraindicaciones del tratamiento y pueden emplearlo con el máximo conocimiento de causa y sentido de la ética profesional. Esperamos haberte solucionado tu duda de cuánto dura el blanqueamiento dental.